2024, Número 4
Acta Ortop Mex 2024; 38 (4)
Evaluación sistemática de la cadera dolorosa
Aguirre-Rodríguez, VH; Pinal-Covarrubio, JP
RESUMEN
La cadera dolorosa ha sido un tema de estudio que ha evolucionado desde principios del siglo pasado hasta la actualidad. El abordaje clínico es complejo y exige un proceso de sistematización asociado a un buen interrogatorio, maniobras clínicas con su interpretación correspondiente y estudios de imagen complementarios. El entendimiento de la patología de cadera, sobre todo en adulto joven, es altamente simplificado y en ocasiones infradiagnosticado, por lo tanto, no tratado en tiempo y forma. La prevalencia de cadera dolorosa es más frecuente en el sexo masculino (49 a 55%) que en el femenino (25 a 28%), y las causas pueden variar de acuerdo a características demográficas y a los antecedentes de cada paciente. Bryan Kelly realizó una descripción topográfica y anatómica del abordaje de la cadera dolorosa de acuerdo con la teoría o sistema de las capas: I. Capa osteocondral; II. Capa inerte; III. Capa contráctil; y IV. Capa neuromecánica. Este sistema nos ayuda a entender el sitio anatómico del dolor y su correlación clínico-patológica. El abordaje semiológico del dolor de cadera es el pilar fundamental para el diagnóstico diferencial. Podemos dividirlo de acuerdo con su topografía en anterior, lateral y posterior, así como de acuerdo a su cronología y características. La exploración física debe realizarse de manera sistemática, iniciando desde inspección generalizada, de la marcha y postura hasta la evaluación de signos específicos para alteraciones en cada capa, los cuales evocan dolor con posturas y arcos de movilidad específicos, o bien debilidad y alteraciones en el arco de movilidad de la articulación. La evaluación por imagen se recomienda inicialmente con proyecciones radiográficas que evaluen diferentes planos, tanto coronal, sagital y axial, complementado con panorámicas, y eventualmente sagitales dinámicas de ser necesarios. Solicitar estudios específicos como tomografía para evaluar estructura y reserva ósea, o bien, resonancia simple cuando hay sospecha de afección a tejidos blandos, o en su defecto, artrorresonancia para patología articular, dependerá de la clínica y los hallazgos radiográficos.